Mi cuadragésima tercer vuelta al sol
La vida es una moneda
A lo largo de estos años he experimentado la existencia. He podido vivir momentos de felicidad desbordante y también he enfrentado desafíos que han puesto a prueba mi fortaleza y determinación. A pesar de todo, sigo aquí, más o menos fuerte; más o menos sabio; más o menos feliz.
Steve Jobs solía responder correos con cierto contenido existencial y reflexivo; “la vida es frágil” escribió una vez: Y cumplir años es un recordatorio de nuestra fugacidad en este mundo. No quiero sonar pesimista, pero el tiempo pasa inexorablemente, y con cada año que sumo se intensifica el deseo de aprovechar cada momento y trato de encontrar un sentido a (casi todo) lo que hago.
Muchas metas y sueños se han cumplidos. Otros están encaminados hacia ese destino. También algunos objetivos fueron cancelados tiempo atrás al no haber sido alcanzados. Ya no importa si hay metas no cumplidas; mi prioridad ahora es estar enfocado en el camino correcto y tratar de respetar los valores que me inculcaron.
He aprendido que la vida no se trata solo de acumular fotos de lugares o momentos, sino de atesorar experiencias y relaciones con personas que aprecio/amo. La vida fue generosa conmigo: he conocido a personas maravillosas que me han dejado huellas imborrables en el corazón. Los amigos que me han acompañado en momentos de risas y lágrimas, mis padres, tíos y abuelos que ha sido pilares de apoyo en los momentos más difíciles. Y finalmente, mi esposa e hijas que me desbordan de felicidad a diario.
Otras personas que pasaron por mi vida en algún momento me regalaron su tiempo, su amistad o su corazón, pero ya no están. Continuaron sus andanzas este o en otro mundo pero, al final, ya no las veo. Sin embargo, de cada uno guardo alguna recuerdo; siempre bueno, siempre feliz.
Hace poco leí por ahí una frase que quisiera tenerla siempre presente: “En 20 años los únicos que se acordarán de todo el tiempo que estuviste trabajando, serán tus hijos”. Es importante brindar tiempo de calidad a nuestros seres queridos, pero también la cantidad fundamental. El tiempo es un regalo que se abrirá mas adelante, pero hay que pagarlo ahora. Estar, escuchar y mirar a los que amamos. Esto es algo que a menudo me doy cuenta que no lo hago en la medida que quisiera/debería.
Ahora, promediando mi vida, solo quiero poder hace feliz a alguien. Solo quisiera evitar un dolor a alguien. Solo quisiera haber evitado provocar una lágrima a alguien.
Una vez, lo oí a un borracho como diciendo un refrán// Que el vino es sangre de Cristo porque es sangre popular// La parra chupa del suelo tanta sangre fraternal// Que hay en la tierra vertida que clama al cielo y está Juntándose, desde siglos, buscando hacerse escuchar//
La sangre de los hermanos que amamos y ya no están// De nuestros muertos queridos que nunca nos dejarán// De los que dieron la vida porque amaron la verdad// Los que eligieron morirse por no saber traicionar// Los que encontraron la muerte buscando la libertad// Los que dejaron sus huesos en Malvina y Soledad// Como raíz enterrada que algún día ha de brotar//
Tenía razón el borracho; pensando bien, es verdad// El vino libera al hombre y es fermento de amistad// El vino es sangre de Cristo porque es sangre popular//
Julian Zini
Imagen de Pexels en Pixabay
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