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Sony RX100: La historia del cisne en el cajón

Breve relato de cómo le fui tomando cariño a esta camarita.

El cajón

Esta cámara me cayó como regalo del cielo. Resulta que cierto día, mi cuñado se la compró en un viaje en cierto país gringo; tal vez impulsivamente, tal vez por cierto desconocimiento (o ambos). Lo cierto es que la cámara, por cuestiones de la vida misma, terminó, hace ya varios años en un cajón de mi habitación.

Foto de la RX 100 Versión 2
RX 100 Versión 2

Nunca fue mía, ni siquiera fue un préstamo. Pero la cámara estaba ahí, siempre buscando a alguien que quiera encenderla y tocarla. Esperando a alguien decida sacudirla en su bolsillo al caminar, que cargue su batería con perseverancia o que la tome con fuerza apuntando a un reflejo o a una silueta por la calle.

Esta cámara estaba envejeciendo, injustamente olvidada y sin nadie que la conduzca a su destino, a su fin último. La imagino viendo otras cámaras insertas en modernos celulares o a lentes APSC carísimos con los que compartía largas noches en aquel cajón.

Mural de diferentes músicos encontrado de casualidad en la ciudad de Bernal
Mural de diferentes músicos encontrado de casualidad en la ciudad de Bernal

El cisne

Un día, leyendo con mis hijas el cuento de “El patito feo”, recordé a esta camarita. Olvidada y triste. En el mismo cajón en el que estaba un viejo móvil y algunas tarjetas de memorias y pendrives obsoletos. En ese instante, la imaginé y pensé: “Viejo son los trapos”.

No la conocía demasiado, pero decidí darle una oportunidad. “Darle una oportunidad”: ¡Que frase tan pretenciosa y de mal gusto! pero esto solo puedo afirmarlo después de meses de compartir momentos fotográficos, de caminatas, de grafitis, de ver gente pasar… juntos.

Vivimos en los tiempos de lo inmediato. Las cosas no pueden esperar ni 5 minutos a ser subidas a alguna red social. Todo debe ser rápido, espontáneo y en lo posible en formato 4:5 para Instagram.

Pero esta camarita quiere dar algo más: simpleza para capturar momentos diarios. Rapidez y sencillez. Pero ella no es para personas que quieran fotografías desenfocadas y trepidadas publicadas cada 2 horas. Tampoco es para los que buscan tener siempre la primer story en whatsapp o la mayor cantidad de “likes” posibles; imágenes vulgares y de calidad regular no son su fuerte. Ella busca amigos más serios y responsables. Por supuesto que para usarla se debe tener buen gusto y dedicarle tiempo.

Palabras finales

Para no alargar más este post, solo me queda desearles a todos ustedes, que aprecian los colores, el contraste, la profundidad de campo y la nitidez, y que, tal vez, solo puedan llevar consigo alqo que les quepa en un bolsillo o cartera, que algún día, sus pupilas se crucen con esta Sony RX 100.

¡Fotos fotos fotos!
Para disfrutar algunas de las fotos de esta RX100 puedes pasar por aquí.

 

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