Mi cuadragésimoquinta vuelta al Sol

🎶 Felicidades a mi

Aquí estoy, escribiendo en soledad desde una fría oficina de hospital. Es el final de un viernes, y espero que el personal de quirófano se desocupe para poder ingresar a un paciente de urgencia. El día, paradójicamente, había empezado de maravilla, con el cariño de quienes más quiero y el recuerdo de amigos que, aunque lejos, llevo siempre en el corazón.

Los viernes suelen ser intensos, y este no fue la excepción. Mis planes de terminar temprano para volver a casa se esfumaron con la realidad de la vida del médico: una cirugía de urgencia me retuvo. Que este tipo de procedimientos ocurra a esta hora, un viernes, es bastante inusual. Pero la frustración es aún mayor porque, precisamente hoy, ¡es mi cumpleaños!

😌 La pausa necesaria

Creo que en momentos así, cuando los planes se desvían de lo previsto, es crucial detenerse. Hacer una pausa, reflexionar y meditar sobre todo lo que la vida nos regala: la salud, nuestros hijos, la familia, un techo, los amigos. Son tantas las bendiciones que a menudo damos por sentadas, preocupándonos por minucias mundanas.

🙏🏻 Agradecer lo que se tiene

Hay quienes reciben su cumpleaños con la ausencia de un ser querido, con un diagnóstico difícil, con problemas familiares o laborales, con preocupaciones económicas, o batallando con la salud mental o adicciones. Yo, en cambio, celebro mis 45 años de la mejor manera posible: con salud, trabajando en lo que amo, con mi casa, mi familia y mis hijas sanas, rodeado de amigos y con una profunda felicidad. Como bien dice la frase, no tengo todo lo que quiero, pero quiero todo lo que tengo. Y eso, hoy, es más que suficiente.

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