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El cielo nocturno a través de binoculares

La noche y el cielo

Hay algo que siempre recuerdo de las noches de verano en mi pueblo natal: El calor y los millones de estrellas en el cielo que podía observar desde el techo de mi casa. Por aquel tiempo no existía Internet, el aire acondicionado se reservaba para momentos puntuales (como ser que el aire de la atmósfera se esté incendiando), y la TV ofrecía poco y nada. Algo bastante común por aquel entonces era subir a la terraza de la casa donde teníamos una pequeña mesa y unas sillas plegables. Cenábamos ahí y se intentaba sobrellevar el calor y, según mi madre, era posible tener un momento familiar sin demasiadas distracciones. Esto último era, casi siempre, sinónimo de aburrirse bastante ya que con mi hermano nos moríamos de ganas de ir a jugar con el Atari 2600 Dark Vader Edition que teníamos. Durante aquellas noches pasábamos cierto tiempo observando la luna, miles estrellas y satélites que iban y venían. No teníamos un gran conocimiento del cielo pero terminamos conociendo ciertas “constelaciones” de tantas noches observando esos puntos brillantes.

Hoy, después de muchos años, me sigue pareciendo fascinante el cielo nocturno. Una gran diferencia respecto de aquellos tiempos es que ahora tenemos aplicaciones como Stelarium e innumerables canales en Youtube que nos permiten descubrir curiosísimas cosas que están ocurriendo “ahí arriba”.

Cuando alguien decide comenzar a observar con algún instrumento óptico, muchos especialistas sugieren binoculares (gemelos o largavistas). El cambio al pasar a utilizar estos dispositivos es gigante: Las estrellas visibles se multiplican y la cantidad de detalles aumenta superlativamente. Además es muy fácil utilizarlos y no requieren gran mantenimiento, cosa que no siempre pasa con los telescopios.

Eso si, no son buenos para astrofotografía: Si bien existen accesorios para tomar fotos del cielo con binoculares, para lograr una buena calidad tendremos que pasar a telescopios con monturas para cámaras.

Mis nuevos binoculares para astronomía: una compra estelar

Mi papá tiene unos binoculares (de una marca que no recuerdo) de 10x50 aumentos. El cielo se ve mucho mejor con ellos que a simple vista. Pero lo cierto es que hay algunos que están diseñados para este cometido.

Así es que después de investigar un poco me hice con unos fabulosos binoculares para observación astronómica. A la hora de elegirlos consideré varios aspectos clave:

  • Apertura y aumento: Fui por un modelo con una buena combinación de apertura y aumento, ya que un equilibrio entre ambos es esencial para obtener imágenes nítidas y luminosas sin perder estabilidad.
  • Pupila de salida: Invertí un poco de tiempo en asegurarme de que el diámetro de la pupila de salida fuera adecuado para la observación nocturna, garantizando una experiencia más cómoda y eficiente.
  • Peso y ergonomía: Buscaba un modelo relativamente liviano o compatible con un trípode.
  • Calidad óptica: Los cristales BaK-4 y los recubrimientos multicapa aseguran maximizar la transmisión de luz y mejorar el contraste.

Estos aspectos son fundamentales a la hora de escoger uno de ellos. Y como siempre cada tópico desbalancea otro:

  • A mayor apertura más luz ingresa pero implica más peso, mayor tamaño y mayor precio.
  • A mayor aumento mayor ampliación y más detalles visibles, también más difícil mantener la imagen estable y el campo de visión es más reducido.
  • La pupilas de salida representa el diámetro del haz de luz que entra al ojo. Lo ideal para observación nocturna es que sea de 5mm o más. Si es menor que tu pupila en la oscuridad (~7mm), se desaprovecha luz
  • A mayor calidad óptica (prismas BaK-4 mejores que BK-7; recubrimientos fully Multi-Coated, etc), mejor nitidez, contraste, fidelidad de color, reducción de reflejos, pero mayor precio.
  • El precio es mayor cuanto mayor sea la apertura, mejor la calidad de los prismas y cristales y recubrimientos avanzados, mejor sea la construcción (sellado, resistencia, ergonomía). Hay binoculares baratos con grandes aumentos pero que sacrifican calidad óptica, asi que sugiero encarecidamente no caer en la trampa de los binoculares con super aumentos y que los venden super baratos.

Finalmente, me decidí por el Celestron Skymaster 15x70, una elección, que estimo, es más que correcta para la observación astronómica. A continuación un resumen de sus pros y contras:

Pros

  • Gran apertura (70mm): Permite captar mucha luz, ideal para ver objetos celestes como cúmulos estelares, galaxias y la Luna con gran detalle.
  • Buena relación aumento-apertura (15x): Ofrece un buen equilibrio entre aumento y luminosidad sin sacrificar demasiado el campo de visión (a mayor aumento, campo de visión más cerrado).
  • Buena calidad óptica: Los Prismas BaK-4 y recubrimientos multicapa dicen mejorar la transmisión de luz y el contraste sin disparar los precios.
  • Precio accesible: En comparación con telescopios o binoculares más avanzados, ofrecen una gran relación calidad-precio.
  • Versatilidad: Además de astronomía, pueden usarse para observación terrestre de larga distancia.

Contras

  • Necesitan trípode: Con 15x de aumento, la imagen trepida (tiembla) mucho al sostenerlos a pulso. Un trípode mejora la estabilidad y es imprescindible.
  • Relativamente pesados: Con aproximadamente 1,4 kg, no son los más cómodos para sostener por largos periodos.
  • Pupila de salida de 4.7mm: En el límite, ya que en cielos muy oscuros podría ser preferible una pupila de salida mayor.

Palabras finales

Disfruta el cielo. Cada día que pasa las ciudades son más luminosas y van quedando menos sitios para observar un cielo nocturno sin tanta contaminación lumínica.

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